La alfarería de la cultura El Molle es la más antigua del Norte Chico. Se caracteriza por su color café o negro, superficies finamente pulidas y una muy buena factura. Estos bellos jarros y botellas eran para uso cotidiano, pero también acompañaban a sus dueños a la tumba. La decoración típica consistía en motivos geométricos grabados sobre la superficie de la pieza. Menos comunes eran los dibujos pintados en rojo sobre blanco. Los ceramistas de la cultura Diaguita heredaron de El Molle la sencilla simetría de estos diseños geométricos, llevándolos a su máxima complejidad.