Ciertas representaciones de animales fueron potentes símbolos de poder, especialmente cuando se llevaban sobre la cabeza. Las madejas de lana en turbantes como este podrían simbolizar “serpientes” enrolladas que protegían ritualmente a quien los usaba. Por otra parte, las cuatro águilas en el tope de este gorro de cuatro puntas y las 16 cabezas de águilas en su base, representan el poder de las aves de presa en las creencias de la cultura Tiwanaku y de los pueblos del desierto que estuvieron bajo su influencia.